La reunión se habría desarrollado en un hotel céntrico de Barcelona, lo que refleja el interés real del club por fichar al extremo navarro, consolidado en la élite tras su destacada actuación con España en la pasada Eurocopa.
El contexto de la operación es claro: el Barça necesita con urgencia renovar su ataque, y el perfil de Nico encaja perfectamente en los planes del cuerpo técnico y la dirección deportiva. El joven atacante de 22 años ha llamado la atención no solo por su velocidad y desequilibrio, sino también por su madurez táctica y capacidad de resolución en partidos importantes. Su protagonismo en la Euro 2024, donde marcó en la final y fue elegido MVP, ha elevado su cotización y lo ha situado entre los objetivos prioritarios del club culé.
Más allá del talento futbolístico, hay otro factor que juega a favor del Barcelona: Nico estaría interesado en continuar su carrera en España, pese a tener también opciones en el extranjero. Esa preferencia refuerza la posición del conjunto azulgrana frente a otros pretendientes del jugador. El entorno del extremo ve con buenos ojos una eventual salida del Athletic, siempre que el proyecto deportivo lo convenza y la negociación respete los intereses de todas las partes.
Desde el punto de vista táctico, la llegada de Nico permitiría al Barça potenciar su juego por las bandas, aportando desborde, gol y una alternativa ofensiva real. Compartir vestuario con promesas como Lamine Yamal podría facilitar su adaptación e integración, lo cual también es valorado por el club en el análisis de esta operación. La idea es construir una línea ofensiva joven, talentosa y con proyección internacional, y Nico cumple con todos esos requisitos.