Egan Bernal ha vuelto a ilusionarse con un objetivo que ya supo conquistar en 2021: la maglia rosa del Giro de Italia. El ciclista colombiano, que encabeza la escuadra del Ineos Grenadiers, se encuentra disputando la edición 2025 con una mezcla de ambición, confianza y madurez.

Tras la etapa 13, el colombiano ha dejado claro que no ha perdido la fe en sus capacidades. “Creo que soy capaz de luchar por la maglia rosa”, expresó con determinación luego de concluir el recorrido, entre Rovigo y Vicenza.

Bernal ha conseguido consolidarse dentro del top 10 de la clasificación general, ocupando la novena casilla a 2 minutos y 50 segundos del líder, el mexicano Isaac Del Toro. Aunque la diferencia no es menor, el colombiano mantiene intacta la esperanza de recortar tiempo en las etapas de montaña que aún restan.

Esta situación es especialmente favorable para un escalador de su talla, quien ya ha demostrado en el pasado que su verdadero terreno está en la alta montaña, donde se fraguan las victorias de los grandes vueltas.

Más allá del cronómetro, el corredor de Zipaquirá ha adoptado una filosofía diferente para enfrentar esta edición del Giro. En declaraciones recientes, confesó que ha dejado de obsesionarse con los resultados inmediatos y ahora corre con una motivación más personal y emocional. “Correr por mí mismo y volver a disfrutar del ciclismo es lo más importante. Ni siquiera reviso la clasificación cuando termino la etapa. Lo que me interesa es sentirme bien sobre la bici”, señaló Bernal, reflejando un cambio de mentalidad que puede ser clave en su recuperación deportiva.

El respaldo del Ineos Grenadiers ha sido otro pilar fundamental en su progresiva recuperación. La escuadra británica ha configurado un equipo sólido para acompañarlo, incluyendo a corredores como Thymen Arensman y Brandon Rivera, este último compatriota y compañero de aventuras desde sus inicios en el ciclismo. Con este bloque bien armado, Bernal tiene el soporte necesario para encarar con garantías los días más exigentes de la competencia.

Ahora, el Giro de Italia entra en su tramo decisivo y las etapas de montaña que se avecinan prometen mover la clasificación general. Es precisamente en este tipo de terrenos donde Egan buscará marcar diferencias, apelando a su experiencia, a su resistencia física y al temple forjado en años de lucha, tanto dentro como fuera de la carretera. El colombiano sabe que no será sencillo, pero también que los grandes logros requieren grandes esfuerzos.

La historia de Egan Bernal en esta edición del Giro no es solamente la de un ciclista intentando reconquistar una carrera; es también la de un atleta que ha desafiado al infortunio, que se ha reconstruido física y mentalmente, y que vuelve a inspirar a miles de seguidores en Colombia y en el mundo. Si bien el resultado final aún está por escribirse, su regreso competitivo ya representa una victoria en sí misma.

Con las etapas más duras por delante y su espíritu intacto, Egan Bernal continúa su marcha hacia Roma, donde espera, una vez más, vestir con orgullo la maglia rosa.

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