Para ese encuentro, el conjunto ecuatoriano recibió un duro llamado de atención por sus errores en el protocolo de seguridad del partido. Allí, desde un sector de aficionados venezolanos se lanzó una bengala al terreno de juego, un hecho que es castigado por el ente rector del fútbol sudamericano por poner en riesgo la seguridad al interior del escenario deportivo.
Ante dicha situación, Argentina y Colombia, junto con las otras ocho selecciones de la CONMEBOL, han sido advertidas sobre cualquier incidente de seguridad que pueda ocurrir. Con ello, la idea es que se tomen todas las medidas necesarias para evitar problemas en las siguientes jornadas de las clasificatorias.
En el caso del seleccionado argentino y el combinado colombiano, la puntualidad está marcada por los antecedentes de la Copa América. Aunque muchos no fueron reportados, después del partido se supo de varios incidentes en las tribunas entre grupos de ambos hinchadas. Todo esto sumado a lo ocurrido en la previa,
CONMEBOL considera el duelo como un partido con los ánimos elevados y que debe ser estricto en las exigencias de seguridad. Todo ello amparado en el reglamento de seguridad para sus competiciones, donde se manifiesta que la responsabilidad recae en el equipo local a través de su equipo de logística y la policía local.
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Se espera que previo a la organización de los itinerarios para el partido haya un acuerdo con la comisión local de Buenos Aires para el partido. Allí se determinará el número permitido de hinchas colombianos, la ubicación y todos los detalles para evitar incidentes en el partido.